“El aprendizaje permanente como instrumento para el desarrollo de
las nuevas competencias”
Por: Jean Carlo
Durán Andrade
“Nadie aprende lo
que no quiere, solo lo memoriza, pero cuando alguien aprende lo que le gusta o
quiere, le sirve para la vida. El aprendizaje debe partir de la necesidad, de
la demanda, de lo que gusta, y siendo así, se hará con entusiasmo y será útil
para el desarrollo futuro en la sociedad.”
Ana María Huanuco, Fundación Telefónica (2013)
Tesis: El
aprendizaje para la vida o aprendizaje permanente es un proceso
automotivacional, continuo y voluntario que involucra la construcción propia
del conocimiento. Una idea innovadora y provocadora que se adquiere y que
constituye una realidad que -asumida por cada sujeto- logra contemplar el
poderoso valor de ciertos pilares esenciales como lo son la formación, el
crecimiento, la empleabilidad y competitividad, todos ellos aunados a la
integración social. Por lo tanto, resulta pertinente dar a conocer las múltiples
consecuencias que este enfoque o estrategia de enseñanza presenta. Una
estrategia que a manera personal debe promoverse y adquirirse próximo a la
culminación de la educación formal o tradicional.
El
presente ensayo argumentativo, logra contemplar y recopilar desde una óptica
contextualizada los diversos puntos de vista tanto positivos como negativos
inherentes al proceso de formación permanente, así como pretende establecer los
principales fundamentos que logren diagnosticar dicho enfoque como una herramienta
esencial para la adquisición de nuevas competencias y la inmersión profesional
ante las demandas y desafíos laborales actuales. El objetivo primordial es
presentar un análisis entre los puntos clave sobre el tema y la tesis
planteada, así como la posición argumental que nos permita acoger o rechazar
dicha tesis.
En
primer lugar, resulta oportuno valorar que la crisis económica y financiera
mundial en la que nos encontramos inmersos, ha presentado entre una de sus
muchas consecuencias la de homogeneizar y asignar con nombre y apellido sus
múltiples problemáticas a nivel de escala mundial.
Logra
vislumbrarse –estrechamente-, una vinculación entre el ámbito educativo, el
ámbito económico y el crecimiento junto a la competitividad. Por ende, como una
clara ejemplificación de ello, las nuevas tendencias laborales demandan que
para que un profesional mantenga su empleabilidad y logre acceder a las
múltiples oportunidades, estos deben mejorar constantemente sus conocimientos y
adquirir nuevas competencias, usualmente no logradas en la educación inicial, Araneda (2006). Por lo tanto,
consideremos por un instante que nunca antes nuestro futuro ha dependido en
gran manera de nuestro conocimiento, nuestra capacidad de innovación y
adaptación ante la sociedad.
La
educación, la formación, la capacitación y el conocimiento, resultan ser los
pilares fundamentales que deben sostener
los principios o bases de un futuro profesional, para que este pueda hacerle frente al mundo de las
competencias globalizadas.
Ante
las diversas alteraciones de orden político, económico, laboral y social que
hemos enfrentado y estarán por manifestarse, surge la necesidad por un cambio
de orientación sobre el cual logre determinarse el verdadero sentido o
finalidad tanto del aprendizaje como de la
formación educativa del siglo XXI. Esta idea se encuentra íntimamente
ligada a concebir la educación dentro de un concepto de amplitud, donde el
individuo que recurra al aprendizaje permanente será capaz de manipular su
conocimiento, logrando actualizarlo de manera constante y siendo capaz de saber
seleccionar lo que considere más útil según
el contexto específico al que se dirija.
De tal
manera, se obtendrá como consecuencia de ello un mayor ENTENDER de lo que se
aprende, es decir; una TRANSFORMACIÓN
y ADAPTACIÓN del propio
conocimiento (Esteve citado por Fernández 2006). Por lo tanto, el aprender
a lo largo de la vida ha de convertirse
prácticamente en una necesidad cotidiana, justo como lo afirma Zabalza citado por
García (2002), al concluir que "hemos convertido la agradable experiencia de aprender algo nuevo cada día,
en un inexcusable principio de supervivencia."
El
aprendizaje permanente es una noción que ha surgido con el propósito de
establecer que la formación del capital humano trasciende desde la la educación inicial de corte académico y se
extiende a lo largo del ciclo vital del ser humano. Reconoce que el aprendizaje
se manifiesta entorno a diversos contextos, sean formales (programas que
conducen a títulos o grados), no formales (aprendizaje organizado sin
reconocimiento formal) e informales (aprendizaje adquirido a través de la vida
cotidiana), Araneda (2006).
Desde
la óptica educativa anteriormente propuesta entorno al aprendizaje permanente y
en contraposición a la situación educativa actual (formal-tradicional), apoyaré
la tesis planteada desde un inicio estableciendo primeramente las principales
fortalezas que surgen a favor del aprendizaje permanente y que a criterio
personal, contribuyen al proceso de aprendizaje, entre ellas:
• El aprendizaje
permanente propone una mayor apertura
entre las múltiples y actuales dimensiones educativas.
• El aprendizaje
permanente debe permitir a los involucrados adquirir las competencias básicas
de aprendizajes donde se contemple una
nueva alfabetización tecnológica y digital.
• El aprendizaje
para la vida logra facilitar la educación básica obligatoria para aquellos que
por algún obstáculo o impedimento no lograron gozar de las mismas
oportunidades.
• El aprendizaje
para la vida permite un acceso abierto y flexible a los niveles superiores de
la educación básica, así como una formación continua para todo profesional que
requiera reforzar y adquirir nuevas competencias.
• Mediante el
aprendizaje permanente se aprende en todo momento y en diversos contextos.
Por
otra parte y en contraposición a las fortalezas anteriores, se expondrán
seguidamente las debilidades del modelo de aprendizaje permanente, las cuales
estarán fundamentadas según el criterio de Barros (2009).
• El aprendizaje
permanente no se trata de un sistema cerrado sino abierto.
• Propone una
educación de tipo global y no parcializada, por lo tanto no se encuentra
dividida por sectores.
• La educación
permanente logra restaurar el sistema educativo tradicional con el objetivo de
desarrollar nuevas posibilidades de formación, sin embargo sobrepasa las
posibilidades de organización que posee un Ministerio Educativo, requiriendo
además del apoyo de otros organismos con los que en muchos casos no se cuenta.
• Claramente, la
educación permanente debe contribuir a cualquier tipo de desarrollo personal,
no obstante, los proyectos formativos y de desarrollo entorno a otros ámbitos,
se encuentran relacionados entre sí, por ello dicho desarrollo requiere de una
particular atención y planificación.
Ante
este panorama, se concluye con que el ámbito productivo actual presenta una
introducción progresiva de la tecnología a nivel laboral, provocando variables
significativas en las competencias requeridas aunadas a un aumento en el nivel
de cualificación como consecuencia para desenvolverse exitosamente ante esta
nueva realidad profesional. El conjunto de transformaciones expuestas con
anterioridad, nos dejan ver que la educación y la formación deben ser procesos
permanentes y continuos, ya que con ello; se logrará disipar las profundas
brechas existentes entre profesionales
cualificados y no cualificados. Debemos contemplar que actualmente nos
encontramos sumidos dentro de la sociedad del conocimiento y para la
cual, prácticamente se nos exige una actualización de competencias de manera
dinámica y cambiante en interacción continua entre investigación, innovación y
aprendizaje.
El
aprendizaje a lo largo de la vida, representa un formidable instrumento que
promueve el cambio personal y social con
miras a la cimentación y máximo aprovechamiento del capital humano, por ello,
resulta necesario que tanto las organizaciones e instituciones educativas se
comprometan y velen por adoptar las medidas necesarias que promuevan y
empoderen a los futuros profesionales a
que por su propia cuenta, alimenten de manera constante sus conocimientos
mientras avanzan y se desarrollan hacia el mejoramiento y la adquisición de
nuevas competencias. Finalmente, recordemos que el aprendizaje a lo largo de la
vida ya NO es una opción para nosotros, este representa la forma posible y
natural de participar en el progreso continuo y colectivo.
Referencias:
Araneda, H. (2006). Hacia un sistema de aprendizaje a lo largo
de la vida: Oportunidad del sistema de certificación de competencias laborales.
Serie En Foco, (75). Recuperado de: http://www2.expansiva.cl/media/en_foco/documentos/08062006153532.pdf
Barros, M. E (2009). Educación permanente y de personas
adultas. Recuperado de: Fundación Telefónica. (2013). 2O Claves
educativas para el 2020. ¿Cómo debería ser la educación del siglo XXI?.
Recuperado de: http://www.fundacion.telefonica.com/es/arte_cultura/publicaciones/#
Fernández, M. A. (2006). Metodologías activas para la formación
de competencias. Educatio siglo XXI, 24.
Recuperado de: http://revistas.um.es/index.php/educatio/article/view/152
García, C. M. (2002). Los profesores como trabajadores del
conocimiento. Certidumbres y desafíos para una formación a lo largo de la
vida. Educar, 30, 27-56. Recuperado de:
http://www.quadernsdigitals.net/datos_web/hemeroteca/r_73/nr_785/a_10659/10659.pdf
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